Esta noche no he dormido bien, estoy preocupado por esta competición, me siento nervioso, tengo dudas sobre mí mismo, mi cuerpo está tenso, noto que mi corazón palpita más rápido que de costumbre, siento náuseas en el estómago…… Todas estas afirmaciones tienen que ver con las sensaciones que puede tener cualquier deportista al afrontar una competición. Estos síntomas están relacionados con la ansiedad, el nerviosismo, el estrés o la tensión que un corredor puede sufrir en cualquier momento de su vida deportiva. Especialmente en las carreras, bien antes o durante las mismas.
Y es que cualquier persona puede ponerse nerviosa en un momento dado de su vida diaria. No existe ningún ser humano que nunca se haya sentido nervioso. Y cuando hablamos de deporte la presencia de la ansiedad competitiva es casi inevitable en muchos deportistas.
La ansiedad es un estado emocional negativo. Es un nombre que le damos en psicología a un conjunto de síntomas que se manifiestan en una persona. Esos síntomas pueden ser físicos (ocurren en nuestro cuerpo), cognitivos (suceden en nuestra cabeza) y conductuales (tienen que ver con nuestro comportamiento).
Ejemplos de síntomas corporales serían: dolor de cabeza, sudor, tensión muscular, presión en el pecho, taquicardia, temblor, molestias en el estómago, mareo, sensación de ahogo o falta de aire, sequedad de boca…..
Ejemplos de síntomas mentales: preocupaciones, pensamientos negativos, miedos, dificultad para concentrarse, pensamientos obsesivos….
Ejemplos de síntomas conductuales: insomnio, falta de apetito o comer demasiado, morderse las uñas, rascarse, estar irritable, mover mucho las piernas cuando se está sentado, problemas al hablar, evitar situaciones…
Hay ciclistas que son nerviosos en general, desde siempre, como un rasgo de su personalidad. Igual que una persona puede ser seria o simpática, tímida o extrovertida, alegre o melancólica. Existen otros corredores que no son nerviosos por norma general. Es decir, predomina en ellos la tranquilidad, la serenidad y la frialdad. Sin embargo, cualquiera de ellos puede vivir situaciones en las que sufran ansiedad, especialmente en las competiciones en las que se juegan mucho.
Los nervios pueden aparecer antes de las carreras o durante las mismas. Por ejemplo, es algo habitual que la noche previa a una competición importante el deportista tenga dificultades para conciliar el sueño o se despierte durante la noche o al levantarse por la mañana sienta que su cuerpo no ha descansado bien, debido a la tensión que también está presente durante el sueño. También es típico antes de una etapa clave sentir una especie de hormigueo o nudo en el estómago, necesidad de ir al baño o notar sensaciones en nuestro cuerpo raras o negativas.
Durante las carreras los nervios también pueden estar presentes en un ciclista en forma de agarrotamiento muscular, dificultades en la respiración, fallos en la concentración y al tomar decisiones, y “comerse la cabeza” con pensamientos negativos relacionados con las propias posibilidades.
Por lo tanto, cualquier corredor puede tener ansiedad en algún momento de su vida deportiva y esa ansiedad va a influir negativamente en su rendimiento deportivo.
@Manzanarespsico