Hola a todos, amigos de zonamatxin. Hoy vamos a hablaros de una parte del entrenamiento invisible que recomendamos tener en cuenta y poner en práctica en esta periodo de la temporada donde las temperaturas comienzan a ascender y generan modificaciones en las respuestas fisiológicas de los deportistas. La adaptación a la práctica con altas temperaturas.
En este caso hablamos de adaptación al calor durante la práctica ciclista. Según la zona geográfica en la que nos encontremos y haciendo eco de las características climatológicas de cada área podemos estar expuestos a calor, humedad relativa elevada, frío, variaciones de la presión atmosférica etc.
Para poder desarrollar una práctica deportiva en buenas condiciones tenemos que llevar a cabo un periodo de adaptación al entorno al igual que hacíamos cuando nos exponíamos a elevada altitud o frío.
¿Qué sucede cuando realizamos una práctica bajo elevadas temperaturas como pueden ser los 35º-40º C?
Vamos a conocer las peculiaridades que lo caracterizan:
- Lo primero que vamos a experimentar es un rápido aumento de perdida de líquido en forma de sudor. Lo que favorece la deshidratación y lo que ello conlleva. ( calambres musculares y descenso del rendimiento entre otras cosas )
- El síncope por calor está a la orden del día y ocurre sobre todo los primeros días durante el proceso de aclimatación.
- La temperatura del aire inspirado (sobre todo en regiones con poca humedad) va a secar las vías respiratorias dificultando la circulación de aire.
- La vasodilatación y por consiguiente reducción de la fricción de la sangre al circular por venas y arterias provocará un descenso de la presión arterial que se traduce en un descenso del gasto cardíaco e isquemia cerebral.
- El flujo de retorno sanguíneo se empobrece y provoca sensación de sobrecarga muscular y pesadez de piernas.
Cómo actuar:
- En el caso del aumento de la FC, debemos saber que aunque no trabajemos a la intensidad de esfuerzo mecánico previsto ( velocidad/watios), la implicación cardíaca para una misma intensidad será mayor y por lo tanto aumentará el gasto cardíaco.
- El entrenamiento intenso, bien sea de modo interválico o contínuo intensivo, y realizado en un ambiente de clima frío, mejora la respuesta fisiológica del ejercicio ante elevadas temperaturas. Esto se debe a la necesidad de mantener una temperatura central elevada.
- Realizar una adecuada hidratación previa al esfuerzo. Acompañada de los electrolitos necesarios ( Sodio y potasio básicamente).
- Controlar el peso diario antes y después de entrenar para detectar una posible deshidratación y reponer la cantidad de liquido perdido en un 150% de la diferencia de peso antes y después.
Como cualquier práctica deportiva extrema, debe ir acompañada de un buen periodo de aclimatación y en caso de necesidad consultar a profesional médico adecuado.
@yeyocorral